Las ventajas de mejorar las garantías de tu seguro de coche

El seguro de automóviles es obligatorio por ley para poder circular por cualquier vía del territorio español. Conforme a la normativa vigente, todos los vehículos a motor deben suscribir un seguro de responsabilidad civil obligatoria de manera que puedan cubrirse los daños causados a terceros en un accidente de tráfico.

La diferencia fundamental entre el seguro obligatorio y el seguro voluntario de vehículos, desde el punto de vista jurídico, es que el primero atiende a una responsabilidad objetiva basada en el criterio del riesgo creado en la circulación, mientras que en el seguro voluntario el hecho causante debe estar previsto en el contrato y responde, además, conforme a la responsabilidad extracontractual prevista en el artículo 1.902 del Código Civil que exige la culpa o negligencia del causante.

Sin perjuicio del distinto tratamiento legal que tienen ambos seguros, lo cierto es que un seguro voluntario de automóviles permite mejorar la cobertura básica dentro de un amplio marco contractual de garantías, de manera que se puede extender la protección a los daños propios e individualizar las coberturas y servicios adicionales según las necesidades del asegurado y de su vehículo.

Mientras que el seguro obligatorio tiene el carácter más básico, en el extremo contrario se encuentra el seguro a todo riesgo que es el que ofrece una protección integral con las más amplias garantías y servicios. Además de las garantías adicionales más habituales, el seguro a todo riesgo suele incorporar la rotura de lunas, el recambio de piezas oficiales, el seguro del conductor y su asistencia sanitaria, indemnizaciones a favor de familiares directos en caso de fallecimiento o invalidez, ayudas para la adaptación del vehículo, la indemnización por paralización del automóvil durante la reparación en el taller, un subsidio por pérdida del permiso de conducir y los cursos de recuperación de puntos.

Lógicamente, las primas de un seguro a todo riesgo son también más caras pero su coste compensa si te acabas de comprar un nuevo automóvil, sobre todo en el caso de vehículos de alta gama; también para asegurar vehículos de uso profesional, ya sean taxis, vehículos de autoescuela, mensajería y coches de alquiler.

Además, existen opciones para rebajar el precio de las primas. La más recurrente, es contratar una franquicia de manera que el asegurado para hasta el límite contratado y la aseguradora cubre el resto. También se abaratan las pólizas al asegurar flotas de vehículos y, en el caso de particulares, existen seguros online con precios más rebajados y aplicaciones gratuitas para comparar seguros que, en pocos minutos, encuentran las mejores garantías y servicios para proteger tu vehículo a un precio competitivo y adecuado a tus preferencias.

La protección al volante que ofrece un buen seguro es imprescindible pero también requiere de la responsabilidad individual que exige la carretera, por lo que conducir sin carnet, bajo estado de embriaguez o sin la ITV del vehículo en vigor representa un plus de riesgo que las aseguradoras no cubren.

Por ello, no hay que pensar en el seguro de coche como una obligación, sino como una garantía para hacer frente a situaciones complicadas e imprevisibles que, tarde o temprano, aparecerán en algún momento.